viernes, 9 de diciembre de 2011

Quieren cine puro, dijo el director antes de decir acción

Casting muy selecionado, me dice. Como siempre pienso. Pero es muy interesante, casting de actores para un spot que dirige uno de los directores que más me interesan, F. León . Cine del bueno, cine de personas del bueno. Estoy en su línea para todos los proyectos cinematográficos que se me ocurren, de hecho, cuando hablo de Vigías siempre hablo de aquella peli suya que ganó tantos goyas con motivo. Texto breve. Cuando llego a la sala veo que es verdad, es súper seleccionado, sólo hay un chico de rizos esperando y ésto suele estar a abarrotar. Relleno el papel y hablamos. Venimos de la misma agencia. Algo cruza en el aire que no logro descifrar así que  paro y miro al frente, por si acaso. Estoy en mi tiempo.Entran otras dos chicas, qué guapas. Pero el feeling es conmigo. Me gustan los hombres que no pierden de manera evidente el culo por las chicas guapas. Me gustan las personas que son personas antes que nada. No hay tantas. La sala tiene otro aire hoy, se nota que es cine. Una de ellas viene con chivatazo de que está dentro el dire y como niños nos esforzamos por mirarlo. No. Yo le conozco, una vez estuvo en mi casa, y no. Pero hay algo distinto. No somos modelis, somos actores y todos sabemos la magnitud del asunto y agradecemos poder estar ahí. Pasamos todos a la vez y vemos la prueba de los anteriores. Es por parejas. Dos que se quieren se despiden en una estación de tren. Cuídate, prométeme que te vas a cuidar, es la frase. Hay buenos actores en este casting. Nos toca juntos. Voilá. La química es instantánea. Venimos del mismo tronco y no nos andamos por las ramas. Cuando actúas, cuando hay público y actúas, el silencio es que te habla. El silencio de los demás que miran nos devuelve nuestra verdad. Todos saben lo que está pasando, eso de la magia. Hasta el dire lo sabe. Nosotros lo sabemos pero estamos a lo que estamos. Lo miro a los ojos y le quiero. Me mira y me quiere. Nuestro abrazo ha sido completo, no se nos ha olvidado unir ninguna parte del cuerpo y he notado su corazón latir; se me han deslizado solas las manos por su pelo. Le piden que se quede porque hay pocos hombres, me despido y salgo contenta de haber capturado la prisa, un casting es prisa y lo difícil es subirse. Me quedo fumando un cigarro en la boca de metro, sí, contenta. Lo veo aparecer hablando por teléfono. Cuando me ve dice ahora te llamo y cuelga. Está contento también. Oye, pero qué bien, ¿no?, dice. Yo fumo y sonrío. Llevo 4 meses en Madrid y es el primer casting que me sale así de bien, como hemos conectado, nos van a llamar seguro! Fumo y sonrío. Cogemos juntos el metro. Le cuento de qué conozco a F. León, lo de la vez aquella que estuvo en mi casa, los hilos del tiempo, le hablo de Vigías, todo le cuadra, todo lo escucha muy atento. Él se va para Lavapiés y yo para Malasaña, pero nos agregamos en el facebook. A él ya le han llamado esta mañana. Convencido de que a mí también me lo cuenta pero todavía no. Sin ti no habría sido posible, espero que te llamen hoy, me dice. Y yo espero. Sobretodo, tranquilamente espero.