martes, 15 de mayo de 2012

Elevando la vibración

Tanto sol anda obligándome a la energía. O el aire puro. Y/o el movimiento, yo que sé. Entonces mi cuerpo vuelve a sorprenderme al endurecerse a la mínima y delatar su presencia. Ahora el día es el aliado y la noche, el margen de desvelo. Igual esto se llama volver al orden natural de las cosas. Pero el sol pesa, el sol exige niveles a mis células. Y la mucha actividad diaria se transluce en un no poder para de imaginar por la noche, cuando todo está cansado, y la mente todavía no, como un disparadero que aguardó durante mucho tiempo y tiene acumulación de balas. Se va de un tema a otro, me ofrece soluciones de cómo hacerlo y casi tengo que volver a levantarme y encender de nuevo el ordenador. También están por ahí los antiguos, que buscan pesadumbre y collage. Y mi cuerpo recordándome que existe, que siempre existió, y que mis músculos siempre fueron fuertes y siempre necesitaron moverse. Mayo y su sol. Mayo 2012 y su sol. Las células y toda su información contando hechos.